jueves, 29 de mayo de 2014

¿Por qué es tan difícil lograr equipos de trabajo de alto rendimiento?




Introducción

Un equipo de alto rendimiento busca objetivos en términos de eficacia y eficiencia. Lo cual forma parte fundamental de un gestor, quien debe construir y dirigir equipos de trabajo de alto rendimiento.
Para armar un personal de trabajo de alto rendimiento es necesario realizar un proceso específico fundamental para llevarlo a cabo. Tomando en cuenta: la creación de una visión, la definición de objetivos, la definición del puesto y la construcción de un espacio de diálogo.
Un equipo de alto desempeño está más comprometido, es más poderoso y menos frecuente que un equipo normal (Katzenbach, 2000).

Desarrollo
Se han realizado muchas investigaciones sobre los equipos de alto rendimiento a lo largo de los años. Y existe un acuerdo generalizado entre los diferentes estudiosos del tema sobre el hecho de que se dan una serie de características o cualidades de comportamiento coincidentes en todos los equipos. Lo difícil, precisamente es: copiarlas y adaptarlas a nuestras organizaciones.
¿Por qué si se conoce lo que se tiene que hacer para que un equipo dé excelentes resultados? ¿Por qué resulta tan difícil ponerlo en práctica? La respuesta, es acaso complicada y obliga a viajar por las profundidades de las emociones, y el comportamiento humano.

¿Y cómo definir un equipo de alto rendimiento?  Para esto, hay que seguir algunas características presentes en los equipos de alto rendimiento.



Objetivos y metas compartidas
Todos y cada uno de sus miembros tienen claro lo que se espera tanto a nivel individual como de grupo. Los objetivos y metas del equipo son discutidos y compartidos por todos. Cada miembro del equipo da sus opiniones e ideas.

Si se establecen los objetivos de la organización de arriba hacia abajo y se implementan sistemas de información unilateral. El calificativo compartido se hace difícil de conseguir.

Valores y principios compartidos
Es normal la discusión sobre los valores, principios y los comportamientos que han de guiar las decisiones conjuntas.
El líder del equipo suele defender valores como: calidad del trabajo, honestidad, integridad y responsabilidad (Larson & LaFasto, 1989). El resto de miembros del equipo ofrecen su opinión y entre todos consensuar los que deben ser los valores del equipo.

Planes de acción compartidos
Los miembros del equipo se reúnen en torno a una mesa y cada uno explica con detalle qué parte del trabajo es la que va a realizar concretamente. Y asumen la responsabilidad de ejecución. Cada miembro del equipo conoce perfectamente su trabajo y el de los demás. Además de conocer cómo afecta la tarea individual, al resultado colectivo.

Por experiencia, se conocen muchas organizaciones en las que el funcionamiento de los equipos se basa más en departamentos aislados que en desarrollo colectivo (Whetten & Cameron, 2004). Sin duda, se conocen historias sobre: desconocimiento de los trabajos que realizan unos departamentos y otros, duplicación de tareas e información no compartida.

Incluso ignorar las definiciones de funciones y responsabilidades individuales en muchos casos. Si se escuchan expresiones del tipo: “bastante tengo yo con lo mío, eso será de otro departamento o sobresalen por mi trabajo. Difícilmente estarán asistiendo a una reunión de un equipo de alto rendimiento.

Liderazgo sólido y reconocido
Para que funcione cualquier corporación es necesario que exista un líder al frente de la misma. En un equipo que funciona, todos saben quién manda. El líder asume el rol de ser el modelo para el resto del equipo (Goleman, 2002).
Lo importante desde el punto de vista de los equipos de alto rendimiento es “dar el ejemplo”. Uno de los elementos que más influyen sobre la moral y la eficacia del equipo de trabajo. Y es necesario asegurarlo.

Desempeño de roles individuales
Cada miembro de un equipo, desempeña un rol en función de sus potencialidades (Project Management Institute, 2009). Se aprovechan al máximo las capacidades individuales. Con el fin de conseguir los más elevados resultados colectivos.

Merece especial mención en este sentido la Teoría de los Roles de Equipo de Belbin. La asignación de roles en función de las capacidades reales de cada miembro del equipo implica un conocimiento previo de las mismas. Si se coloca a la gente equivocada, el resultado no será el adecuado.



La selección absoluta de fútbol  de España esta de moda.
La selección de España es un ejemplo de equipo de alto rendimiento. Ha ganado las dos últimas ediciones de la Eurocopa ambas como visitante. En la edición de 2008, tras derrotar a Alemania 0-1 en la final y repitió éxito en la Eurocopa 2012, después de vencer en la final a Italia 4-0.

Esta victoria en 2008 le supuso encabezar por vez primera la clasificación mundial de la FIFA, siendo el sexto equipo que lograba liderar dicho clasificación y el primero que no había ganado ninguna Copa del Mundo en hacerlo.

En la Copa Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010 cosechó el mayor éxito de su historia al proclamarse campeona del mundo tras vencer por 1-0 a los Países Bajos. Convirtiéndose, en el octavo país en conseguir un Mundial y en el primer europeo en lograrlo fuera de su continente.

Se han dicho muchas cosas sobre la selección española: un entrenador con las ideas claras y que para bien o para mal no ha cambiado de opinión. Pero se mantiene firme en sus opiniones, nadie le puede robar el mérito.

Pero todos los miembros de la selección española, personal técnico y dirigentes conocen los objetivos que se quieren alcanzar en todas las competencias que participan y se preparan bien. Para conseguir sus objetivos necesitan aprender nuevas técnicas y practicarlas para su excelencia.

Para lograr un buen desempeño en el campo, no solo cada integrante del equipo debe saber una función. Sino saber donde estar involucrado con los demás compañeros y en los problemas que presenta el equipo. Existe un compromiso con sus compañeros y su país, para dejar su nombre en alto.

Básicamente son un equipo de muy alto rendimiento. Ya quisieran muchas empresas tener por una vez. La imagen de que España, es esto. Además no olviden una cosa más, que a pesar de la euforia no se olvidaron de su gente.

En fin, tienen talento. Hay que recordar siempre: que el talento sin trabajo en equipo no sirve. Y que su talento se ve  porque el equipo lo hacer relucir.


Conclusión

Es una realidad que en la cultura laboral hondureña no se presenta de forma explícita estas características, mucho menos existen los mecanismos para fomentar su continuidad. Por eso es importante analizar estas características o cualidades, se puede comprobar cómo el desarrollo de equipos de alto rendimiento no es nada sencillo. Es más, resulta incluso complejo. Al líder le toca asumir las riendas de la organización, asegurar que estas se logren y formen parte de nuestra cultura organizativa. Para obtener los mejores resultados deseados.